Ya nos hemos emocionado hasta las lágrimas con los dos primeros vídeos de la primera inmersión del día que relaté en Orgía sin fin de tiburones y alguna manta y hoy pasamos de puntillas por la segunda inmersión, que fue en Manta Point y en la que no vimos nada y de la que solo hay un segmento en el vídeo al principio con un cangrejo o una gamba o algo así y a partir de ahí seguimos con la tercera inmersión, que solo hicimos la Argentina y el Elegido porque era de máxima-maximísima dificultad y los Dive Master no querían llevar a algo así a los otros, seres obviamente que a la hora de bucear son claramente muy inferiores a nosotros. Esta quizás fue la inmersión más dura de todas las que hice, duró cuarenta y tres minutos y acabé baldao. La inmersión era una travesía, cruzamos desde Guraidhoo Corner a Medu Paru, o sea, entre islas y entre ambas, además de cienes y cienes de miles de billones de tiburones, la corriente era terrible y nadabas y nadabas y nadabas y no parecía que nos movíamos. Antes de seguir comentar que en estos tiempos tan obscuros y tenebrosos que nos ha tocado sufrir, la canción que elegí es el clásico Together In Electric Dreams que es en donde estamos todos ahora que no podemos ni golizniarnos. Después del inicio con el bicho pequeño a partir de los cuarenta y cinco segundos comienza el festival de tiburones que había en el fondo, ya que nosotros cruzábamos entre islas y los veíamos allá abajo, gloriosos y espectaculares. Después del minuto y medio hay una aglomeración enorme de tiburones en el fondo. Al loro en el tercer minuto que apareció una manta y pudimos grabar un rato mientras nos dejaba atrás. Fue épico y legendario. Como a fuerza de usar el Davinci Resolve aprendo trucos, hasta le hago ampliaciones a las zonas del vídeo en el que está el bicho para que se vea mejor. La manta volaba despacito, como planeando en la corriente, fue increíble. El vídeo acaba viéndola volar alejándose de nosotros.