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  • Sin duda alguna

    5 de junio de 2025

    Esto es algo que llevo macerando desde que regresé de las Maldivas y retorné nuevamente a la esclavitud laboral. Fue en mi segundo día de laburo y que además fue el primero en el que fui a la oficina, que yo el primer día chambeé desde mi keli para evitar tener que bajarme a Bolduque o subirme al aeropuerto para hacer vida social, que lo bueno de estar solo en el equipo es que no necesito ver a los colegas para intercambiar ningún tipo de información. En ese primer día ferroviario, bajaba a Bolduque y usé la opción 1, que todos sabemos que es aquella en la que voy en dirección contraria al destino pero llego cinco minutos antes, así que primero pillé un tren regional a la estación de Utrecht Centraal y allí cambié al tren rápido que va al sur. Aquellos que no tienen pérdidas de memoria recordarán que no hace mucho en uno de esos trenes se desnudó un pavo delante mí, algo también documentado profusamente en el mejor blog sin premios en castellano. Regresando a la historia, que me difumino, nuevamente estoy en el mismo lugar del tren, la zona de las puertas, en la que se sienta muy poca o ninguna gente y ese día, entra un panoli y se pone enfrente de mí. Era uno de estos holandeses del tipo palillo de limpiarse los dientes, puro hueso, sin chicha entre los huesos y la piel, y que algo salió mal cuando llegó a la adolescencia y se pasó de vueltas y creció demasiado. Además, el chamo solo tenía como quince o veinte pelos en la cara, en la barbilla, que se los había dejado crecer intentando que aquello pareciera o pareciese una barba, pero que puedo confirmar y confirmo que no lo parecía, que daba hasta lástima ver aquella escasez de pelo facial y daba también vergüenza ajena que el chamo no se afeitara aquel grupúsculo de pelo.

    Nuestro tren ya iba a ciento cuarenta kilómetros por hora hacia el sur, que es la velocidad máxima de los trenes en Holanda, lugar en el que el día que hubo que elegir, prefirieron tener una red  que permita mayor frecuencia y sea eficiente en lugar de trenes rapidísimos y poco usados, con lo que acabamos con seis trenes a la hora entre Utrecht y Bolduque y menos de diez minutos de espera entre trenes. Y ya me volví a desviar del asunto. Tenía al chamo delante de mí y estaba rebuscando en su pelada barba con los dedos, como tanteando y tanteando, con gestos similares a los que hacen ustedes cuando rebuscan en la nariz para sacarse una bolilla de mocos. Estaba el pavo super-entretenido, rebuscando entre aquellos pelos y yo pensando que definitivamente, eso no es muy normal. Tras un par de minutos de búsqueda intensiva, pareció encontrar algo que yo no podía ver por la distancia pero que sujetaba con precisión con dos dedos, abrió la boca y se lo jincó. Yo flipaba. El chamo, culminada la tarea, masticaba el resultado de su caza y volvía su atención a la pantalla de su telefonino.

    Yo me quedé pensando y pensando en el tema porque no tenía sentido que fuera un piojo, que el chamo en la testa tenía el pelo pajoso ese de los rubios neerlandeses, pero tenía pelo suficiente para que un piojo pueda desarrollar su vida personal y laboral allí. Por consiguiente y como decía Arthur Conan Doyle, una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad. Y lo que nos queda en este caso es que el pavo ese le comió el chocho a alguna pava que no se lo afeita y lo tenía bien peludo y acabó con la ladilla de algún otro en su cara, que todos sabemos que ladillas y piojos no comparten superficies geográficas y por eso unos viven en el pelo de arriba y las otras en los bajos. Esta línea de pensamiento es estremecedora en varios niveles, porque tenemos la certeza absoluta que el chamo come chochos, o quizás es muy fluido y también le da a las pollas y además, su último contacto bucal, fuese con mujer u hombre, fue con alguien con unas graves deficiencias higiénicas en la zona bajuna o aún peor, una persona tan promiscua que por esa zona pasan muchos y con mucha frecuencia, como con los trenes neerlandeses.  

    Cuando llegamos a Bolduque el chamo también se bajaba allí, así que mantuve una respetuosa distancia de seguridad pandémica y me mantuve en todo momento a más de dos metros del pavo por si llevaba algún otro pasajero que tras escuchar los alaridos de su carnal, estaba buscando un nuevo hogar humano para vivir.

  • Día 8 – Thulhaagiri – Okkobe Thila 1

    4 de junio de 2025

    Como al parecer los clubs de buceo en Malé no tienen muchos clientes y todo el mundo busca lo mismo, no tienen demasiados lugares para inmersiones y hasta ahora hemos visitado los dos sitios más populares. Como iba a hacer tres, me llevaron a un lugar nuevo, para mí, llamado Okkobe Thila. En mi diario apunté lo siguiente de la inmersión: Vimos algunos de los corales más espectaculares de las Maldivas, mucha vida, dos tortugas, dos tiburones de punta de aleta blanca y bancos de peces. Me han salido cuatro vídeos y esta es la primera parte. La música que acompaña este vídeo es la canción Yesterday de Leona Lewis.

    Comenzamos directamente con una tortuga que estaba en el fondo descansando y que pasó totalmente de nosotros. Después seguimos la ruta y vamos viendo corales, de diferentes tipos y muy distintos a los que he visto en otras partes de las Maldivas. Llegando al minuto y medio nos encontramos con la seegunda tortuga, que estaba buscando comida y la vemos después de un grupo de peces amarillos. Por la carita se ve claritamente que es una tortuga Carey. Continúa el avance y pasamos unas especie de cuevas abiertas en las que el Dive Master siempre miraba porque dice que por allí siempre se ven cosas. En nuestro caso, un banco masivo de peces amarillos que no reconocí, pero que ni se inmutaron con nuestra presencia. Mezclándome con ellos llegamos al final de este primer vídeo.

  • La reconcha de la carta

    3 de junio de 2025

    En mi chamba, en dos años y ocho meses me he creado una reputación de-que-te-cagas. En ciertos círculos, cuadrados, triángulos y hasta rectángulos, se dice que yo soy la reencarnación del Maligno en el planeta y aunque no me lo dicen a la cara porque no han desarrollado arriolas o piporros suficientemente grandes para ello, yo LO SÉ y hasta a alguno de esos que lo piensan les he dicho que es altamente ofensivo y hasta racista considerarme la reencarnación del Maligno cuando todo el mundo sabe que solo somos primos segundos, que está en mi familia, pero la relación es carnal y sanguínea, y definitivamente no en línea directa. Esta reputación en el laburo ha ido creciendo en base a las leyendas laburales que se oyen sobre como reparto candela de la mala y de la peor y como algunos julays que se han cruzado en mi camino y han intentado algo que no figuraba en mi plan Maestro, suelen acabar lamentándolo si es que sobreviven al contraataque, que yo no me ando con chiquitas. Hasta mi jefe, que es autista profesional y está en el espectro y hasta tres metros por encima del espectro, es sabedor que cuando me encarga algún proyectillo, la resolución del mismo puede ser muy pero que muy dolorosa para las terceras partes y el resultado, siempre, siempre y requetequete-siempre, es el que él esperaba. Precisamente por eso no me invitan a ir al país del sol caguiente, los japoneses lloran cuando les mando algo porque finalmente y tras sangre, sudor y muchas lágrimas, aprendieron el concepto ese que dice que cada palo aguante su vela. Yo tengo mi agenda laboral, aislado del resto del equipo, porque ellos llevan otras cosas, cuatro julays, entre ellos cierto terrorista-musulmán-de-mielda que me la hizo en el pasado, algo muy documentado en el mejor blog sin premios en castellano y sabe que jamás se lo perdonaré. Como en el equipo en el que yo estaba jubilaron, con un mes de diferencia a los otros dos, resulta que yo ahora hago el trabajo de tres personas y hasta me sobra tiempo para tomar cafelitos. En la semana que estuve de vacaciones a mi jefe le cayeron baldes y baldes de mielda que era para mí y cuando regresé me tomó una semana procesar y solucionar eso y lo que seguía llegando con lo que el chamo tiene tan claro como la luz que se niega a salir de un agujero negro que aunque el consenso general es que me toco con frecuencia los mondongos, en realidad tengo una maquinaria muy bien engrasada solucionando problemas a todo el que necesita ayuda y me la pide, siempre y cuando no sea cierto terrorista-musulmán-de-mielda al que se le conoce en la empresa como LA RATA, mote que definitivamente no puedo negar que yo no haya tenido parte importante y quizás la más importante en su asignación.

    Al mismo tiempo, mi jefe tiene su mundillo de problemas y de cuando en cuando me añade en sus discusiones y en sus correos y si es necesario, me utiliza para neutralizar, eliminar o suprimir algún pequeño bache en el camino. El miércoles de la semana pasada fue su último día antes de unas vacaciones y desde el jueves, estamos en piloto automático, sin capitán al mando, algo que la RATA aprovecha para no dar un palo al agua y no venir ni a la oficina. Ayer por la mañana, me manda un mensaje y me dice que revise una de esas discusiones eternas por correo, en este caso con vietnamitas, que él sabía que yo estaba ignorando porque se lo dije para que no se hiciera ilusiones, y me pide que cree un documento que han pedido los de Asia. Yo reviso las páginas y páginas de correos electrónicos y veo lo que piden, que viene a ser una disculpa y todos sabemos que ese concepto es inédito y desconocido para mí, que yo no me disculpo, yo neutralizo, y hasta mi jefe debía pensar que no sería capaz de cumplir, pero hoy en día, hasta los malos tenemos herramientas con las que no podíamos ni soñar hace unos años, así que más o menos escribí lo que debía hacer para usar ayuda:

    Necesito escribir un documento para disculparnos por una tremenda cagada de los vietnamitas y la reconcha de su madre. La mencionada cagada tiene en realidad dos truscos enormes y bien diferenciados y que güelen mucho a mielda y la mentada disculpa deberá mencionar ambos. La primera es que el producto que han comprado jamás de los jamases, ni en este ni en ningún universo paralelo y para acarajotaos se debería haber vendido en Vietnam porque era un producto para vender exclusivamente en la Unión Europea. Si el subnormal que lo vendió desconoce el significado de la palabra EXCLUSIVAMENTE, dile que se pegue diez golpes en los microgüevos. El segundo punto de la disculpa es que hubo una cagada en los folletos comerciales, por culpa de contratar gilipollas que no saben ni leer ni escribir, se equivocaron con una puta letra de más y acabaron diciendo que el producto se podía usar en circunstancias para las que no está hecho, con lo que el cliente tendrá que devolverlos y buscar alternativas, primero porque no se puede ni debe vender en ese país y segundo porque no tiene lo que el cliente necesita. Te pido y te ruego que me ayudes a escribir este documento, super-hiper-mega profesional y discúlpate hasta provocar arcadas de asco y asquísimo. He dicho.

    Después, como yo ya he hecho los cursos obligatorios, necesarios y suficientes para usar la Inteligencia Artificial aprobada por la empresa, copié el texto anterior en la misma y esta inteligencia preparó el texto, que yo copié y pegué en el documento final después de revisarlo y retocarlo y se lo mandé a mi jefe, que aunque está de vacaciones sigue trabajando varias horas al día, para que me diera su opinión y corregir algo y le informé que había usado la ayuda de la Inteligencia Artificial para crear el documento. Trescientos sesenta segundos después de mandárselo y mientras hacía turismo por la capital de Francia me responde:

    Por la reconcha de mi tatarabuela, te has lucido, esto es la POLLA, te ha quedado de fábula y hasta super-hiper-mega educado.

    Está claro que con mi fama labural, el chamo se temía que yo iba a escribir un documento mandando al cliente a tomar por el orto y defecaría sobre varias generaciones de sus ancestros y lo que no se esperaba era algo que básicamente tiene esa idea, pero la Inteligencia Artificial lo ha pulido y le ha dado lustre y hasta parece una disculpa sincera y hasta estamos dolidos por el daño que les haya podido hacer. Después del visto bueno de mi jefe, se los mando a los de la parte legal que lo leen y estoy seguro que lo volvieron a leer una y otra vez y hasta limpiaron los cristales de las gafas y los lavaron con detergente de lavavajillas porque lo primero que me preguntaron fue que quien escribió eso ya que era completamente imposible e improbable que lo hubiese hecho yo, así que de nuevo les tuve que explicar lo que hice y hasta les mandé mis instrucciones a la Inteligencia Artificial, en donde se reconocía mi mano, ya abierta y lista para dar una buena tanda de bofetadas y para que vieran que respeté celosamente las reglas de uso y abuso de la Inteligencia Artificial, que las tenemos. Lo único que pudieron hacer fue darme la bendición y yo, que ya estaba aburrido de tanto politiqueo, mandé la carta y el mundo siguió girando y en algunos rincones de la chamba, algunos saben que la pasta que se gastan en mí es una inversión muy buena y no como el dinero que tiran con la RATA.

  • Día 8 – Hulhumale – Shark Tank 3

    2 de junio de 2025

    Si no fuera porque he visto y vivido el futuro y sé lo que está por venir en cuanto a vídeos de buceo, podría decir y no diré que este es el último vídeo de la última inmersión en Shark Tank, pero como en mayo estuve una vez más, algún día, en algún futuro posiblemente lejano, regresaremos allí. Mientras tanto, hoy tenemos la tercera y última parte de esta inmersión. La música que acompaña este vídeo es la canción A Red Letter Day de los Pet Shop Boys, grupo que adoro desde siempre jamás y hasta los he visto en un concierto.

    Comenzamos con lo típico, más de diez tiburones aleta negra felices a mi lado, otro puñado de rayas que quizás los igualan en número y atunes y otros peces, todo el mundo feliz y contento, que allí somos todos colegas. Shark Tank es como un punto de encuentro. Aquellos que se fijen bien verán que después del primer minuto, algo alejado, hay un panoli con un tambor de lavadora y ese lo que va a hacer es agitarlo como un botafumeiro lleno de cachos de pescados y todos los tiburones, las rayas y los peces se volverán locos y buscarán algo para comer. Después de los dos minutos, un tiburón tigre pequeño, no creo ni que llegara a los dos metros de largo, pasa por debajo de mi y podemos ver las marcas laterales que le han dado el nombre. En el tercer minuto, un tiburón ha sacado un cacho de pescado del tambor y lo vemos de frente masticándolo y comiéndoselo y viene directo hacia nosotros y podemos ver que es un joven tiburón tigre. Después vemos que están moviendo el tambor de lavadora y el frenesí de rayas y peces por el olor a sangre de pescado muerto. Y que conste, los atunes son carnívoros y no tienen problema alguno en comerse uno de los suyos.

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