Proyecto escoba


Desde hoy he comenzado un pequeño proyectillo en mi casa. De manera conscientemente inconsciente, el problema de tener armarios en la cocina es que los vas llenando. Que hay una semana italiana en el super, pues apaño de esto o de aquello y cuando se trata de comida, yo nunca tengo suficiente. Así, el domingo me daba cuenta que en todos lados tengo los armarios petados, igual que el congelador o la nevera. Comenzando por esta última, cualquiera que la abra puede contar unos quince o quizás más trozos de queso o quesos pequeños. Los hay canarios de cabra, de oveja, de leche mezclada, italianos de todo tipo de leche, holandeses, de crema para untar y españoles. Es una obsesión. En el congelador, tengo por lo menos kilo y medio de parmiggiano reggiano, así, con dos cojones. Si miramos en otras partes de la cocina, tengo una colección de tipos de pasta italiana que parece más propia de un supermercado. Igual sucede con las legumbres y mejor no decimos nada de frutas secas que compré pensando en hacer algo y al final no lo he hecho. En la despensa, más de lo mismo, con otras cosas y mi colección de harinas es ÉPICA, aunque esas últimas las uso con mucha frecuencia y las consumo, pero por cada kilo que gasto acabo comprando dos por si se me acaban. Por eso, he optado por boicotearme a mi mismo y esta semana solo puedo cocinar pasta. El problema está con las salsas que tengo que hacer pero seguro que algo se me ocurre. Pienso acabar con todo el arsenal de pasta que almaceno y después me pasaré al arroz risotto, al arroz japonés y a las hojas de lasaña. Cuando haya acabado con todo eso, veremos que otro grupo de comida puedo atacar pero hasta que no haya hueco en los armarios de mi cocina y en mi despensa, la compra de productos solo se justifica para su consumo inmediato.

Como la semana pasada teníamos una semana italiana en el super y acabé con medio kilo de queso mascarpone y medio de ricotta, los cuales no he contado en el inventario anterior, ahora mismo hay en mi horno una Tarta de quesos Ricotta y Mascarpone que por supuesto, congelaré en porciones y no veas los desayunos que me endiñaré. Una vez la situación esté bajo pleno control, procuraré no dejarme llevar por esas malignas campañas que hacen para que yo tropiece en esas piedras. Con los quesos, solo me queda comérmelos, así que a partir de ahora, iré a uno por semana y que sea lo que algún Dios quiera.


7 respuestas a “Proyecto escoba”

  1. Uf…! Es un alivio pensar que no soy yo sola, lo que acabas de escribir lo he podido escribir yo en muchas ocasiones. Cuando tengo que acabar con las provisiones digo que estoy en tratamiento de desintoxicación… del súper

  2. Hoy será pasta al pesto verde y aprovecho que tengo una planta de albahaca petada de hojas. Mañana creo que voy al cine y descanso, el viernes vida social, el sábado vida social y hasta el domingo no tendré oportunidad de otro encochinamiento de pasta.

  3. La pasta no aburre nunca. A mi con la despensa no me pasan esas cosas, porque tengo productos con mucha caducidad, pero al congelador si que de vez en cuando le meto batida de vaciado, y hasta que lo dejo solo con los cubitos de hielo, no se puede meter nada nuevo dentro. Es la manera de no encontrarme con algo momificado en unos años…

  4. Yo debo tener claras de huevo congeladas de hace al menos 5 meses. Y hay unas castañas de agua chinas que uso para la sopa de wontón que creo que compré hace cuatro años y sigo usando.

    Ahora tengo que encontrar alguna recetilla para salsa de pasta con pesto rojo y también una de macarrones y queso, como las que hacen los americanos. La alternativa sería usar la pasta para hacer algún tipo de ensalada, pero eso significa que tengo que comprar verduras, algo que siempre acaba con un montón en la basura porque las venden en bolsas enormes.

  5. Al mercado! no al supermercado! Si quieres comprar en las porciones que te salgan del nabo, vete a un mercado. Ganarás en poder comprar hasta por unidades, frescura y, sobre todo, calidad.

  6. Solo hay mercado en Utrecht al que pueda ir los sábados o tendría que ir en miércoles en hilversum e incluso ahí, una lechuga entera es mucho para mí.