Hay trailers que espantan al público y el de le película de hoy es uno de ellos. No se que pretenden contarte con el trailer pero lo único que consiguen es que te lleves la impresión de que han hecho un producto aburrido y tedioso con gente que en su época fueron grandes autores y quieren que vayas a verlo. En realidad, resulta que el trailer fue muy acertado y acabaron ofreciendo el producto que anunciaban. La película se llama The Prince y no tiene fecha prevista de estreno en España y es más que probable que jamás llegue a los cines, lo cual no es ninguna lástima. De querer ponerle un título, el de truscoluña no es nación le viene perfecto.

Un julay rebotado viaja a Nueva Orleans a matar a media familia del Güaca

Un tipo que trabaja de mecánico descubre que su hija la pelleja ha dejado los estudios en la universidad y ha desaparecido. Cuando investiga se entera que es una jacosa y siguiendo las pistas va a Nueva Orleans, solo que resulta que el chamo tiene un pasado de criminal del copón y allí se rebota todo el mundo y lo quieren matar a cualquier precio. A él no le importa demasiado y se dedica a repartir candela de la mala y a enviar al otro mundo a chusma y gentuza mientras busca a la pelleja de su hija, acompañado de la compañera de habitación de ella que por arte y gracia divinos se convierte en su más-mejor amiga.

Esta es una película que parece falsa desde el mismo comienzo. Tiene un pestazo a telefilm de Antena triste para un domingo por la tarde que no veas. No solo la trama es estúpida y se sumerge en el ridículo sino que los actores están trasnochados y se ven demasiado falsos. El protagonista, aunque el poster de la película engañe, es Jason Patric, actor que tuvo su momento de gloria hace más de quince años con Speed 2: Cruise Control, un pallufo de película que no veas y que lo enterró en el mundillo de las estrellas. Para engañar, en el poster te ponen al pesetero de Bruce Willis y al también pesetero John Cusack, que aportan sus nombre y poco más. Parecen fantasmas de Camilo Sesto, se mueven como a control remoto y ninguno demuestra el más mínimo interés por actuar. El resto de protagonistas son carne de cañón, gente que vemos unos instantes antes de que los maten porque el Jason Patric es como un ciclón y por donde pasa no queda nadie en pie. Va matando gente por la ciudad sin que a nadie le importe buscando a esa hija jacosa que tiene y para cuando llegamos a la escena final, estás cansado de tanta mierda. La historia aburre, la acción aburre, la interpretaciones aburren y lo único interesante son las pavas que vemos de cuando en cuando.

No es ni cine para los miembros del Clan de los Orcos ni para sub-intelectuales de GafaPasta. Eso sí, es perfecta para echarte una siesta un domingo por la tarde viendo la tele.