Esta es una de esas pelis que sólo llega a los cines en un único pase, un solo día, una sola vez y la única razón por la que se estrenó es que el tema que trata es de boyeras canadienses o algo así y eso siempre da morbo. Aunque hasta nos daban una bebida gratis al entrar, la sala estaba bastante vacía y supongo que ninguno habíamos visto el trailer previamente, aunque esa escritura terrorista-musulmana debajo del título en inglés hizo que mucha gente ni se molestara en ir a verla. La película se titula Polarized, es canadiense y aparte de en ese país no se ha visto en ningún otro lugar del mundo y mira que los truscolanes llevan tiempo intentando que se estrene en sus provincias con el título de truscoluña no es nación.

Unas julays sueñan con restregar potorros para inventar el fuego, sin chimpún.

Resulta que una familia pierde su granja y acaban empobrecidos y la hija encuentra trabajo en otra granja que acaban de montar unos palestinos. El padre palestino quiere casar a su hija, que es la jefa de la nueva granja y que la empreñen cinco o diez veces y ella lo que quiere es trabajar. En eso que la pava como que nota a la otra y un día se dan un morreo y se salen del armario las dos y sueñan con restregar coños, pero sin hacerlo. Al final la palestina se casa y después del bodorrio le dice al marido que prefiere los bollos a las porras y que la llame bollera por favor y se va a buscar a la otra, que se marchó de su keli después de que la madre y el hermano picoleto la encerraran en la iglesia para que el curilla local le hiciera un exorcismo y le sacara de dentro el tortillerismo.

Vamos, que esto es como una telenovela, parece que hay un montón, pero lo cierto es que la película es demasiado lenta y aburrido, no hay carisma alguno entre las tortilleras, los palestinos con su cultura tan pro-feminista dan ganas de que alguien les pegue a cada uno un tiro en la nuca, particularmente al patriarca de la familia, que es básicamente un joputa que solo quiere que sus dos hijas produzcan nietos, las ve como cabezas de ganado. La película tiene demasiadas chorradas y absolutamente nada de sexo, no hay fricción, no hay chispa entre chochos peludos o pelones, no hay nada de nada. He visto películas de hace cincuenta años con más chicha que esta. La historia tiene un final estúpido, con las dos hembras marchándose en un coche, supuestamente buscando un catre en el que montar juntas un pepino por sus dos extremos. Esto no es más que un mal telelefilm.

El tedio y el aburrimiento provocarán el sopor por igual a los miembros del Clan de los Orcos y a los sub-intelectuales con GafaPasta. Para evitar.