Llegamos a la tercera parte de la inmersión en Fulidhoo caves de mi último día buceando por allí. Según pasaba el tiempo, algunos de los diferentes grupos en los que nos habían dividido comenzaban a bucear a menos profundidad porque se les acababa el aire. Yo hice algo más de veinte minutos a treinta metros de profundidad y acabé solo con un Dive Master. La música que acompaña este vídeo es la canción I Don’t Want to Wait de Paula Cole.
Vamos avanzando y comenzamos en una zona con un montón de peces y vida entre cuevas y hasta tenemos una morena negra en vertical, con medio cuerpo fuera de su grieta. Llegamos a una nueva cueva, llena de plantas pero sin nada interesante en el interior, al menos a simple vista. El Dive Master entra a explorar y yo lo espero afuera porque no había mucho hueco. Justo encima de esta cueva había otra más grande. Llegamos a una tercera todavía más grande y con recovecos llenos de peces que se escondían allí en la oscuridad y a los que no les molaba que alguien con una antorcha los ilumine. En esa había cientos de peces en las sombras, todos nadando despacito.
El estreno de la semana parece ser que fue la peli que voy a comentar, aunque lo hicieron de tapadillo y con pocas sesiones, como si poner la palabra M-A-C-H-O tan grande en el título pudiese espantar a los espectadores o así, aunque tengo claro que en el cine, en la sesión que yo fui, todos los espectadores eran portadores de arriolas, allí no había una sola almeja. La película se titula A Working Man y en España han tirado la keli por la ventana o al que tradujo el título le dio un jamacullo y se salieron por Rescate Implacable, que casi mejor sería poner truscoluña no es nación.
Un julay acarajotao resulta que es el primo-hermano de Terminator y acaba con toda la miasma podemita y truscolana rusa.
Tenemos a un panoli que trabaja para una constructora propiedad de unos latinos. La hija arretranco del latino se va de marcha con las amigotas, con todo pagado por su papi y se emborrachan y demás y la acaban raptando. Papuchi le pide ayuda al panoli, que resulta que era soldado de un cuerpo de élite británico y el chamo se cabrea y empieza a matar rusos y más rusos y más rusos, que resulta que hay una infestación en la ciudad con esa gentuza asquerosa y zarrapastrosa y cuando pilla a un negro o a un negro policía corrupto, pues también los mata, que vamos, es lo mejor que se puede hacer, según la peli. Al final rescata a la pava tonta y deja un vacío muy grande en el mundillo del crimen de la ciudad.
El guion de la peli lo escribieron entre el director y Sylvester Stallone y para mí que en realidad lo hizo alguna Inteligencia Artificial porque los diálogos en muchas ocasiones son para descojonarte por las gilipolleces que dicen. La película comienza en plan familia latina y tal y ya cuando el pavo se va a buscar a la que raptaron, nos olvidamos totalmente de los latinos y es como las pelis de acción de los ochenta, con malos que son más bien caricaturas y que mueren con una frecuencia pasmosa y pese al rastro de cadáveres que va dejando, hay equipos de limpieza que los van recogiendo y nadie parece enterarse de nada. Tonterías como esta las hay a porrillos, clubs de gente que va vestida como si estuvieran en el carnaval de Venecia los hay también a porrillo y estúpidos cagándola una y otra vez, pues bueno. En un punto determinado el Statham mata al negro jefe de los negros malos y el otro poco menos que le dio las gracias por matarlo. Esto es un telelefilm para telajinco, es el tipo de peli que les mola poner en las noches del fin de semana.
Probablemente si la dan por la tele y eres un miembro del Clan de los Orcos, la verás. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esto lo evitarás más que a un podemita, truscolán o suciolista.
Lo único que puedo decir de esto es que era algo que no había visto y que apareció en la cartelera del cine para el sábado y en un uniquísimo pase y decidí hacerme una sesión doble con una peli que quería volver a ver y con esta, que es más bien un documental y no una película. Al parecer es un documental español, que es algo así como un milagro. La película (o el documental) se titulan De la luz y de las sombras (about light and shadows) y este es un claro caso en el que un truscoluña no es nación habría mejorado muchísimo las expectativas de los espectadores.
Un julay panoli y kabezudo se dedica a tocar tetas de vieja, sin chimpún.
Resulta que un panoli koreano toquetea hembras y hace unos ruiditos echando aire alrededor de ellas y eso las pone cachondísimas que no veas y les quita la depresión, el estrés y todo lo demás, aunuqe no me llega a quedar claro si también se la empeta con la micro-pollita hasta los pelos de los güevos calvos del susodicho.
La verdad que voy a tener muy poco que escribir. Esto se supone que nos introduce en la vida y milagros de un curandero o algo así, pero no hay guion y es aburrida, aburrida y muchísimo más aburrida. Es más que probable que de los ochenta y tres minutos que dura yo pasara durmiendo al menos sesenta y siempre que me despertaba era más de lo mismo, una panoli menopáusica contando como le había quitado todo el chamo tras sobarlas. Aquí hubo un puñado de gente que aprovecharon para echarse unos viajes a México, Sudáfrica, Holanda, Corea, el Reino desUnido y algún que otro país pero puedo confirmar y confirmo que el documental no me convirtió a esta nueva religión y sí que me aburrió soberanamente. Por la manera en la que huyeron muchos al comenzar los títulos de crédito, me da la impresión que no soy el único que salió del cine pensando que esto es un tostón.
Puede provocar la ira y las ganas de quemar el cine a los miembros del Clan de los Orcos que se vean expuestos a esto y probablemente serán ayudados por los sub-intelectuales con GafaPasta. Para evitar a toda costa. Y si por casualidad te cruzas con el kabezudo este, sal por patas que va a sobarte sí o sí.
Esta peli debe ser el desastre más anunciado de la década, desde el principio todo el mundo vio que esto se iba a tomar por culo y nunca supieron enderezarlo. Tampoco había necesidad alguna de hacer una nueva versión, solo la avaricia de la Disney para apoquinar más pasta de los viejos clásicos, que al final, a todos nos mueve lo mismo, la guita. La película se ha estrenado como Snow White y en España se estrenó con el poco comercial título de Blanca Nieves, que no tiene el mismo gancho que truscoluña no es nación. Básicamente, en ambos títulos, han mantado a tomar por jauer a los siete enanos viciosillos, que ya son irrelevantes en el año 2025.
Una julay pollaboba y rencorosa se enrabieta con la hijastra gilipollas que heredó del capullo que se chingaba.
Tenemos que en un reino la heredera es una simplona y cuando muere la madre y el padre se encoña de una pelandusca poligonera, acaba fregando pisos. Consigue cabrear a la madrastra después de intentar defender a un maromo local que apareció por allí en lycra marcando las venas de la polla y claro, la madrastra manda que la maten en el bosque, el inepto podemita que lo tenía que hacer no lo hizo, ella termina en la keli de siete minusválidos de reducido crecimiento o eso que antes llamábamos enanos y después termina iniciando una guerra contra la madrastra o algo así y requetequeteque encoñándose del maromo y finalmente bota a la madrastra de la keli del padre y monta una fiesta con todo el mundo vestido de blanco porque ella es así de fastuosa y ordinaria.
Algunas de las cosillas de la historia original siguen aquí y hasta alguna de las canciones, pero después lo prostituyeron todo, lo cambiaron para que la tonta de la princesa aparezca como una hembra con dos ovarios bien puestos y como en lugar de animación decidieron tener protagonistas de carne y hueso, pero les dan ascos los enanos, a esos los hicieron con animación por ordenador, como a los animales, como al palacio, como al bosque y como a casi todo lo demás, con lo que al final tenemos una película de animación por ordenador en la que hay una pelandusca y un jinameño y otra con un mal gusto de que no veas para vestirse y el resto es animación. La historia no aporta nada que mejore la original y hasta empeora algunas cosas. Los numeritos musicales no son brillantes y en muchas ocasiones, es que no se sabe muy bien la razón por la que están allí. Rachel Zegler ha cavado su propia tumba por ser una bocazas y es poco probable que alguien se atreva a contratarla después de esto.
Para olvidar. La detestarán por igual los miembros del Clan de los Orcos y los sub-intelectuales con GafaPasta.
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