Llegamos a la cuarta y última tanda de los vídeos en la inmersión en Fulidhoo corner y desde este punto nos queda una inmersión para regresar a Malé. Este vídeo cubre la última parte de la inmersión. La música que acompaña este vídeo es la canción Zombie del grupo The Cranberries.
Comenzamos con una multitud de peces pequeños de todo tipo entre los corales y las rocas, un espectáculo fabuloso y después seguimos por una pared algo más pelada, pero en la que sigue habiendo un montón de vida y de repente y de la nada aparece un pez ballesta pero por suerte se fue. Me acerqué a una anémona, buscando los peces payaso maldivianos, pero estaban bien escondidos y no me hicieron frente. Al llegar al minuto y medio por debajo pasa un tiburón, visto desde arriba parece uno de punta de aleta blanca y mirando el vídeo me di cuenta que por debajo de ese iba otro, a más profundidad. Al llegar a los dos minutos tenemos una escena fantástica, el Dive Master mueve su mano y un banco de peces amarillo reacciona a esos movimientos, es un momento genial y todos están sincronizados, saben lo que tienen que hacer y todos hacen prácticamente lo mismo. Parecen peces fusilero. Llegando a los tres minutos tenemos por debajo dos tiburones y ahora me da la impresión que son tiburones grises de arrecife, se ven muy grandes para ser tiburones de punta de aleta blanca. Seguimos un rato largo mirando hacia el fondo y los tiburones. Al final nos encontramos con un pulpo escondido y el Dive Master trató de poner una cámara para ver si salía pero no funcionó.
El martes, bajó al lugar en el que yo estaba laburando en Bolduque uno de los del equipo legal que trabaja en la sede corporativa y por supuesto, me avisó el día anterior, que ni mi jefe sabía que venía. Después aparecieron dos del otro edificio y allí hubo una especie de cónclave de dos horas para discutir algo que a mí no me interesaba, pero que resultó que mi jefe sí quería saber y él se apuntó a la reunión aprovechando mis contactos. Yo, que tengo un alma infinitesimalmente generosa, había preparado una bolsa de lacitos de hojaldre para regalárselos al del equipo legal, pero no para él, para sus hijos, a los que siempre les mando algo y a cambio, el creador, o sea, el padre que no los parió pero que chingó a la madre que los parió, me asigna siempre la más alta o la más altísima de las prioridades y mis cosas se resuelven antes que las de nadie. Cuando acabó la reunión se vino a platicar conmigo y con el gallego, que estaba también allí y al que no conocía y después, los otros que habían venido a la reunión también se pusieron con nosotros y algo más tarde hasta se vino mi jefe, con lo que se montó una tertulia en el lugar.
Con todos ellos yo tengo asuntillos pendientes, o cosas que necesito, así que el gallego tuvo el dudoso honor y privilegio de observarme mientras alteraba sus órbitas y los manipulaba, todos a la vez y dominaba y usaba la conversación para mis temitas. Al del equipo legal le saqué algo usando la comida como palanca para ejercer presión, que a sus hijos el chamo los tiene en un pedestal y yo soy la única persona en la empresa que le da comida para ellos, indicando explícitamente que la propiedad de la comida es de los niños y que él es solo el transportista de la merca.
Una pava, que vino de la fábrica, es del comité que organiza las actividades sociales a las que me apunto, como el cursillo aquel que hice y del que se habló en el mejor blog sin premios en castellano para aprender a hacer worstenbroodjes o bocadillos de salchicha. Nos prometieron la receta y la pava que se debería encargar de conseguirla, se pasa el día rascándose el piporro y haciendo sus vídeos para su tiquitoque, como Virtuditas, aquella comentarista que evolucionó hacia otra vida más social, así que ahora estoy presionando para conseguir la receta usando a esta chama y al parecer, le di tanta candela que me dijo que cada año organiza un asadero en su keli y este año me quieren invitar a mí como la estrella más luminosa del universo de la multinacional amarilla. No es la única, que mi colega el francés tiene a su mujer frita por conocerme y la esposa del mexicano también reza para conocerme, que la impresión que provoco en la gente parece que los lleva a hablar y hablar y hablar de mí en sus kelis, que el francés dice que su mujer le comentó que después de siete años en la empresa, yo soy la primera persona que nombra en su keli regularmente.
En la reunión también estaba el pavo que lleva lo de seguridad y jediondés en el laburo y a ese le di una manta de palos porque la calefacción no funciona bien en invierno y el aire acondicionado funciona muy mal en verano, con lo que siempre estamos pasando frío o calor. El chamo ya cuando me ve se esconde. Además, me quejo de la infestación que tenemos, que la rata terrorista-turca-musulmán-de-mielda se mueve por la oficina porque aún no han contratado una empresa para deshacernos de ese bicho sucio, rastrero y zarrapastroso. El gallego miraba y escuchaba asombrado mientras los iba toreando a todos y ya para ese momento se había incorporado mi jefe, que también recibió su ración, que en la empresa están reorganizando departamentos y yo ya he expresado claramente mis preferencias para el banquillo y él tiene que asegurarse de que no nos roben a los jugadores, como al del equipo legal, que quiere que lo transfieran a nuestro bando, que no es el único, que en su grupo, de ocho, creo que al menos siete quieren venirse con nosotros, que no tenemos nada que ver con ellos, pero es que les ha tocado un jefe que es un regalito que no veas, uno de esos que consigue que la gente odie ir a la chamba.
Yo puse la rueda en movimiento y dos días después, hay un montón de cosas sucediendo en diferentes partes de la empresa y el gallego no deja de mandarme mensajes diciendo que todo eso lo he hecho yo, que yo sugerí cosas y ahora están en marcha. Yo no le voy a explicar al chamo que cuando se trata de manipulación, yo tengo varios doctorados y que por lo general procuro no manipular y prefiero que la gente haga lo que les sale de los mondongos, pero como en este caso, si actúo, ellos ni siquiera se dan cuenta de que están haciendo lo que yo implanté en sus kabezones, harán lo que se espera de ellos y procurarán no decepcionarme. Ninguno de ellos tuvo nunca opción alguna, estuvieron siempre en mis manos.
Dos días después, desde la sede corporativa, la gente está mandándome mensajes porque saben que yo estoy detrás de todo y me preguntan que como lo hice y yo me hago el tonto y les digo que no sé de lo que están hablando.
Lo que ninguno sabe en la sede es que el colega que se bajó al sur no celebró su cumpleaños, algo que yo le he reprochado y el suyo era el más mejor porque al contrario que el resto, hacen las tartas en su keli y son fabulosas, así que aunque hace un mes que pasó, ya sabe que tiene que celebrarlo y que si no me invita, lo lamentará para los restos.
Llegamos a la tercera tanda de los vídeos en la inmersión en Fulidhoo corner, con lo uqe hemos pasado la mitad de la inmersión y entramos en el segundo tramo. Este es el tercer vídeo de la inmersión. La música que acompaña este vídeo es la canción Take Back The City de Snow Patrol.
Comenzamos entre corales, buscando cositas pequeñas y tenemos un pececillo escondido. Después, en un lugar lleno de peces naranja vemos una morena, que está bastante escondida y solo se puede ver un poco su cabeza. Me acerqué bastante y no pareció importarle, aunque finalmente decidió darme la espalda. Tras esto vemos varios bancos de peces al frente, con uno amarillo en el centro bastante espectacular, de sweet lips, pero antes de llegar a ellos vemos una almeja gigante que se cerró cuando me intuyó. Ya junto a los bancos de peces estamos bastante cerca de los Plectorhinchus vittatus, que es el nombre en cristiano del oriental sweetlips, que parece que en español nunca se tradujo y se han tenido que quedar con el nombre en latín. Son siempre espectaculares de ver por esos colores blanco, negro y amarillo y las hermosas aletas, realmente parecen pintados por un artistón andaluz. Después sigo buscando cosillas, pero no hay nada que destacar.
Ayer por la mañana, después de las siete, que al contrario que algunos comentaristas y excomentaristas algunos laburamos por la mañana y llegamos a la oficina temprano, estaba yo en camino a Bolduque siguiendo mi rutina habitual con dos trenes, primero el local que me aleja del destino y me lleva desde mi barriada a la estación de Utrecht Centraal y allí cambié al tren rápido que me transplanta a Bolduque sin parar en ningún lado. Esa mañana el tren tenía seis vagones y cada vagón es de dos plantas, con chusma y gentuza sentados arriba, otros abajo y en la zona de las puertas hay un asiento justo entre las escaleras de subida y bajada, como se puede ver en la foto que pongo en la anotación para no tener que dar unas grandísimas y complicadas explicaciones.
Casualmente, yo iba en el vagón en el que se pueden entrar bicicletas, aunque no se puede entre las seis y media de la mañana y las nueve por ser hora punta y como se ve en la foto, la zona iba vacía y ni siquiera había gente usando los cuatro asientos abatibles. A la derecha y ocultos tras una columna hay cuatro asientos.
Nada más arrancar el tren, entró un panoli en pantalones cortos, algo reseñable porque la temperatura exterior era de un grado sobre cero, vamos, un fresquito de-que-te-cagas y el chamo se puso en esos cuatro asientos que no se ven en la foto. Pasó un minuto o quizás menos y apareció ahí, junto a la señal de las bicicletas que hay en el suelo y se puso de pie, mirando hacia mí y como que se iba a cambiar de ropa. Sin más dilación, el chamo, en lugar de ponerse un pantalón largo sobre el otro, o quitarse ese y ponerse el pantalón largo o hacerlo entre los cuatro asientos, en donde nadie lo vería, no, el chamo se quitó la ropa delante de mí y se quedó en pelota picada, con las arriolas al sol, que se puede ver en la foto que por la ventana ya entraba sol a esa hora, que no eran ni las siete y media de la mañana. Después de quedarse en pelotas, procedió a ponerse los gallumbos, pantalón, camiseta y camisa, todo eso enfrente de mí.
Yo no sé como siempre consigo que todos los frikis hagan sus frikadas para que yo los vea. En el siguiente vagón, detrás de las puertas que se ven al fondo de la foto, hay un baño que estaba libre y como se diseñaron para que entre la gente con silla de ruedas, ahí habría tenido un montón de espacio. Entre las cuatro butacas en las que se sentó también había hueco para hacerlo sin que nadie se enterara, pero no, él decidió que había que darme un espectáculo. Cuando acabó de vestirse, cogió su mochila y se marchó a sentarse en algún otro lugar del tren, con lo que la elección del lugar fue consciente y vamos, que a propósito. Me quería a mí de público, así que como me tragué el espectáculo enterito, aquí va mi puntuación y veredicto:
Por el afeitado ciclista de las piernas, le doy un dos por cutre, que cuando se quedó en pelota picada, tenía pelo por encima de donde empieza la malla o lo que quiera que se ponga para ir en bici y por debajo de eso estaba afeitadísimo. También se notaba la diferencia de color de piel entre la zona expuesta al sol y la otra.
Por el atentado contra la humanidad que hizo su barbero o su mayor enemigo en la zona púbica o los alredederes de la polla, le doy un uno por chapucero, que allí alguien decidió afeitar unas zonas y no otras y aquello daba lástima y pena. Lo que hicieron con el pelo entre el ombligo y el inicio de la polla solo se puede explicar haciendo una sesión de espiritismo u güija y preguntando en el más pa’llá.
Por el bronceado de albañil en los brazos y la parte superior, le doy un dos por gitano, que para compensar eso bien que podría haber tomado algo de sol cuando no va en bici por ahí. En la parte superior como que no consideró relevante o necesario el afeitado y ahí tenía el pelo, lo cual contrastaba muchísimo más con las carencias inferiores.
Por el pelado de científico turuleta o presunto tocador de niños le doy un uno por malaje, que mira que tenía pinta de desequilibrado psíquico, físico y hasta parapsicológico. Como no busque novia entre borrachuzas tiradas en la calle durmiendo la mona o se relacione con ciegas, no lo va a tener nada fácil.
Así que la puntuación total promediada y sistemáticamente equilibrada es de un punto y medio, o sea, MUY DEFICIENTE, que aquí seguimos el sistema de puntuación de la Educación General Básica, que era el más justo y equitativo a la hora de llamar tontos a los tontos y resabidos y espabilados a los que como yo, rondábamos el mundillo de solo sobresalientes.
Espero que esto haya sido un evento único e irrepetible porque como el pavo se me vuelva a despelotar delante, le hago vídeo y lo pongo en todas mis redes sociales.
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