
En el interior del castillo, lo que más me impresionó son las grandes escalinatas de acceso a la parte superior, que fueron una adición en tiempos de María Teresa I de Austria, que era una infatigable trabajadora como cualquier escoria podemita o truscolana y le pidió al arquitecto que las hiciera bajas y anchas para poder subir hasta su cuarto a caballo, que lo de bajarse del mismo y subir las escaleras como que era un sacrificio muy grande. Con tanta reconstrucción y expolio, las paredes están super-hiper-mega blancas, que allí no falte la cal.
3 respuestas a “La gran escalinata del castillo de Bratislava”
Ya las habrá visto «el coletas» y tomado buena nota, para cuando amplíe su casoplón…
Salud
y tú y tú, que si lo haces rampa puedes aparcar tu carro para que no te lo roben a los pies de tu cama.
En mi nueva vida, por cierto, me da a mi la impresión de que me va a sobrar el carrito, cualquier dia lo vendo, pero voy a esperar un poco no sea que no sea así y estoy muy agusto con el…
Salud