Esta me daba un poco de terror y un mucho de pánico porque las protagonistas son dos chiquillas de supuestos catorce años y yo ya el cine infantil como que lo tolero muy poco, así que la fui evitando durante un par de semanas hasta que no me quedó absolutamente más nada que ver y aproveché un domingo por la mañana con el cine vacío para ir a verla. Se titula Iedereen is van de Wereld y en España jamás se estrenará, aunque de hacerlo, la traducción literal y literaria es truscoluña no es nación.

Unas julays se arrejuntan por el trapo en la cabeza o algo así.

Tenemos que una pava que acaba de terminar la quimioterapia y la radioterapia y se ha quedado sin pelo, vuelve al colegio con un trapo en la cabeza y allí hay una nueva alumna, una que es refugiada de Afganistán y que también lleva trapo en la cabeza, así que se hacen más mejores amigas. La del cáncer, en lugar de mejorar, el cáncer se le reproduce por todos lados y le dicen que como mucho le quedan seis semanas de vida y a la otra le llega una carta a sus padres que Afganistán ya es seguro y que se vuelvan a su país y que claro, si su hija solo servirá para casarla, pues que linda que son las culturas esas, que podemitas y suciolistas siempre apoyan a la miasma esa asquerosa, sucia y zarrapastrosa. La del cáncer monta una campaña para que como ella se muere, que le den su sitio en el país a la otra y claro, esto es muy emocional.

Esto está basado en una historia real que yo no recuerdo, pero lo bueno de no prestar atención a las noticias locales es que cosas como estas pasan sin rozarme. Es un drama, sin paliativos, tenemos a una que se muere y a otra que básicamente la quieren enviar a Afganistán para que se muera allí. En un punto determinado la cancerosa escribe una carta a la ministra de estas movidas y hasta van a la Haya a entregarlas y ni se molestan en recibirlos y montan un pitote que no veas allí hasta que le da un soponcio a la del cáncer. La peli me recuerda más bien un telelefilm, este es el tipo de cosas que les encantan a los de AntenaTriste y Telajinco. Según avanza la peli, se acerca el momentazo cuando muere la neerlandesa, escena que trataron con mucha elegancia, sin ponerla con estertores y eso. Más tarde viene el epílogo con final feliz y en los títulos de créditos vemos fotos de las dos pavas reales.

Definitivamente, a evitar por los miembros del Clan de los Orcos y por los sub-intelectuales con GafaPasta.