Seguimos en la racha de despegues y aterrizajes y llegamos a los dos últimos antes de retornar a nuestro lugar favorito, el fondo marino del agua del mar. Para ir allí, tenía que volver a saltar tres mil seiscientos kilómetros y en marzo, la aerolínea elegida fue Transavia, en uno de mis últimos vuelos con ella, que ahora, si no facturo maleta, como en transavia te cobran por todo, estoy encontrando alternativas más baratas y mi lealtad es con la guita que me ahorro y no con la aerolínea, así que los tengo penalizados por usureros, truscolanes, podemitas y suciolistos. En este vídeo, la música es la canción To the Top del grupo Twin Shadow.

Despegábamos al mediodía y había bastante luz, así que tenemos una buena vista. Mi ventana justo detrás del ala, que parece una maldición, aunque como me las dan sin pagar, me da igual. Para despegar, el avión tuvo que ir hasta el final de la pista y allí dar la vuelta, supongo que por el viento. A propósito, este aeropuerto, en otoño, estará cerrado completamente un par de meses porque van a asfaltar la pista y poner una segunda pista auxiliar para que los aviones no cruzan la principal, que más de una vez ha habido un susto con eso. Después de despegar, no vemos los campos de tulipanes porque en ese lado del país no los hay, pero sí que vemos un campo de golf cerca del aeropuerto y zonas con mucho árbol. Seguramente la ciudad que vemos cerca del final es Best, pero vamos, que no estoy seguro.