
Hoy tenemos un Buda que no está en la habitual postura sentado como en el suelo pidiendo, la conocida como postura truscolana, la de rapiñar y trincar lo ajeno y lloriquear. No, hoy lo tenemos sentadito en su trono, con su vestidito naranja o amarillo obscuro y casi naranja y yo juraría que la mano derecha como que la ha puesto pa’rriba pa’pedir, con lo que hasta en esta postura a Buda le sale el ramalazo tan grande a truscolán que tiene. El artista que hizo la cara como que le puso una de mala hostia que no veas y de noche lo alumbras con el foco ese mágico que hay por detrás de tu teléfono y seguro que te cagas allí mismo del miedo. El Buda este estaba como rescondido en un cuartito con puerta.
Una respuesta a “Buda entronado y vestidito”
Yo le veo una cara muy cachonda…
Salud