El preestreno sorpresa de los martes, cuando lo tenemos, que no sucede siempre, es en ocasiones una auténtica sorpresa, como esta semana en la que ninguno vimos venir lo que nos iban a poner, todo el mundo estaba en la sala ilusionadísimo porque se pensaban que sería la peli de la Marvel y cuando se enteraron de la que era, hubo una desbandada y cuando habían pasado diez minutos, hubo una segunda desbandada. Yo aguanté, pero vamos, que me pienso quedar tan a gustito escribiendo lo que pienso de Boneyard, que al parecer jamás llegará a los cines españoles aunque seguro que estará en alguna plataforma digital y tal y tal con el título de truscoluña no es nación.

Un julay se va de vacaciones al quinto coño que está lleno de cadáveres de putas.

Resulta que en algún lugar de gringolandia encuentran once, repito, once, tripito, once cadáveres de hembras y en esa misma ciudad ya tienen su asesino en serie, así que el eFeBéI envía a un panoli avejentado a ayudar a los picoletos locales o algo así y uno de ellos como que se lo toma muy mal porque entre los posibles cadáveres hay un familiar y otros picoletos se lo toman peor porque son corruptos o algo así.

Supuestamente esto es cine negro, pero yo pienso que es más bien cine marrón obscuro casi mielda, porque es una mielda, con una historia estúpida, y mira que está basada en sucesos reales y aunque te empetan a Mel Gibson en el póster por delante de todos, él tiene un papel secundario y hace de voz en off como con sus pensamientos y esa es una de las grandes cagadas de la peli, que falla de guion, falla de dirección, las actuaciones son de denuncia en juzgado de guardia o hasta en el tribunal internacional de la Haya y ahí nadie se salva y te tienes que tapar la nariz porque el hedor a telelefilm tumba para atrás. Yo supongo que Mel Gibson buscaba el cheque para los pañales de viejo porque esto no se explica de ninguna otra manera. Hay flashbacks hacia pasados muy lejanos pero todos los que aparecen se ven igual de viejos que ahora, no tenían presupuesto ni para ponerles unos filtros del tiquitoque y que parezcan más jóvenes. La investigación es absurda y lo peor es que la peli no tiene final, no encuentran al asesino, no resuelven nada, simplemente pasan la hora y media y deciden poner los títulos de créditos mientras los poquísimos que quedamos en el cine nos cagamos en todos los muertos del que tuvo esta idea.

Esto matará tanto a miembros del Clan de los Orcos como a sub-intelectuales con GafaPasta. No vale ni para verla y pegarte una siesta brutal cuando la den un sábado por la tarde en Telajinco.