Desde que vi por primera vez el trailer de la película que quiero comentar ahora, supe que iría a verla por lo exótico del tema. Tenía pinta de comedia ligera inglesa con toque latino y aunque ningún Dios les ha dado a los ingleses el espíritu latino, siempre pueden llegar a sorprenderte. Como la película solo la han preestrenado, tuve que darme un paseo por Amsterdam y sus hermosos canales para ir a ver Cuban Fury, película que creo que no tiene fecha de estreno en España y es más que probable que no llegue a ver una pantalla en ese país.
Un julay se encoña de una pava a la que le mola la salsa y se pone a mover la cadera para empetarle lo que tiene por debajo de la cintura
Un tipo obeso y también gordo, al parecer fue de niño un brillante bailarín de salsa que lo dejó cuando un grupo de jinameños le pegó una tunda que no veas por la calle por ir vestido como una maricona zafia, ya que acudía a un concurso de salsa. Desde entonces negó esa parte de si mismo y se dedicó a encochinarse comiendo hasta que a su empresa llega una nueva jefa que se la pone morcillona. Entonces regresa a las escuelas de baile aunque ahora su intención es poder ponerle la pierna encima a la otra sin aplastarla pero asegurándose que no levante cabeza. En el camino, su jefe compite con él por montar a la hembra y los amigos del gordo lo fliparán en colores cuando lo vean cambiar tanto.
Sin llegar a ser una obra maestra, reconozco que me reí en varias ocasiones a mandíbula abierta y que la musiquilla de salsa hacía que se me moviera sola una pata y a veces hasta las dos. No estoy seguro que lo que los británicos bailaban es salsa ya que muchos lo hacían de una manera tan mecánica y milimetrada que no quedaba auténtico. La historia es simple y directa, de chamo que quiere chingarse a chama y hará lo que sea por conseguirlo. En este caso, lo mejor es la interacción del colega con todo un grupo de personajes secundarios variados y fascinantes, entre los que destaca Kayvan Novak haciendo de un iraní que parece perder más aceite que el Titanic en los títulos de crédito finales de la película y que consigue hacernos reír en todas y cada una de sus escenas, además de flipar con su inglés. Otro actor genial es Chris O’Dowd, al cual yo adoro desde que formó parte del trío protagonista de la serie The IT Crowd, la cual considero una de las mejores de todos los tiempos habidos y por haber. Con gente así, que sabe hacer su trabajo y que tienen líneas que funcionan, la película divierte y solo falla en los momentos en los que pretenden un tono algo más serio.
No es cine para los miembros del Clan de los Orcos aunque sí que puedo ver a sus hembras pasando un buen rato. Tampoco es el tipo de película que atrae a los sub-intelectuales de GafaPasta, los cuales consideran el baile como algo zafio e indigno de sus altas miras. Para los demás, una película divertida para matar el rato.
Una respuesta a “Cuban Fury”
No pasa el nivel…
Salud