Dubbel Zes


Ya he dicho un montón de veces que la industria cinematográfica neerlandesa sobrevive gracias a las hembras y a los joputas-terroristas-islámicos o eso que también llamamos moros y en este caso, la peli es de hembras, en plan comedia y con su romance o romances y como siempre, ponen a dos de los habituales, que ambos han estado en este tipo de pelis el año pasado. Esta se titula Dubbel Zes y jamás saldrá de los Países Bajos pero tienen claro que si la venden internacionalmente, el título sería truscoluña no es nación.

Una julay arruinada se encoña del pavo al que le alquila un local y chinga con un actor famosete o algo así.

Una pava que heredó una fortuna cuando sus padres la diñaron, se ha gastado toda la pasta en juergas y polladas y tiene que vender la última keli que le queda. Después de acabar en chirona, como que se relaciona con un veterinario al que le alquila el local del bajo de su keli y también salva la vida al perro de un famoso actor y termina en una relación con el pavo. Ella no sabe lo que quiere, miente a ambos y finalmente tendrá que decidir si quiere ser zorra o putón verbenero y hacer el paripé, que resulta que el actor es mari-KKK-ón Kón Kón, con un rastro de aceite dantesco.

La idea de una comedia es que te rías, pero es que aquí eso falla mucho. La tía es gilipollas integral y todo lo que le pasa, se lo merece, con lo que no te da ni pena. Al actor julandrón se le ve desde el primer segundo del primer plano que pierde aceite y que se la está empetando su asistente, al menos lo podrían haber ocultado un poquito, que para cuando la pava se entera, lo sabíamos todos en el cine desde tres cuartos de hora antes, quizás más. El chamo veterinario es uno que normalmente es simpático, pero aquí hubo algo rarísimo, una aberración. En todas sus escenas con ella vestido, siempre lleva la camiseta desabrochada y tiene pelo en el pecho, que todo el mundo en Holanda sabe que es peludo, pero en el momento en el que se la chinga, cuando se quita la ropa, le desaparece el pelo del pecho, de las manos, de las piernas y es como un cacho de carne blanca con ojos, una cosa rarísima y aberrante, que en la misma escena se besan en la puerta de la keli con pelo en las manos y el pecho. Sucedió un par de veces, cada vez que la quitaban la camisa estaba pelón y con ropa peludo. Es como si hubieran rodado esas escenas mucho después, como si no formaran parte de la peli. La historia es tonta y aunque no aburre, tampoco te deja con ganas de volver a verla. Es una peli mediocre.

Esto aterrorizará por igual a miembros del Clan de los Orcos y a sub-intelectuales con GafaPasta.


2 respuestas a “Dubbel Zes”

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