Esta es una peli que venía muy pero que muy recomendada por Doverinto y Virtuditas, que los dos son fans de Leidi Guarra y no se pierden nada de lo que hace y bueno, como yo vi Joker y me gustó, pues decidí darle una oportunidad, aunque el trailer ya barruntaba todo lo peor, siempre. Eso sí, el primer día la sala estaba petada hasta la bandera y el segundo día mayormente vacía, así que reservé mi entrada para ese segundo día. La película se titula Joker: Folie à Deux tanto aquí como en España y bueno, mejor la hubieran llamado truscoluña no es nación.

Un julay julandrón se encoña de una penca jinameña barriobajera y gimen que no veas.

Tenemos que el Joker está en la cárcel, está como medio amargado y ya se le pasó todo lo de la primera película y allí conoce a una fulana de barriada periférica, una pringada que está enamorada de su carácter y quiere que siga siendo el Joker. El chamo mientras tanto tiene su juicio y haciéndole caso a la otra pollaboba, acaba cagándola al máximo. Entre medias, estos dos estaban en pleno mes de la berrea y dan unos alaridos que no veas, todo el puto tiempo, que no nos dejaban ni descansar y cuando él se cansa de berrear, ella sigue dale que te pego, que yo le habría dado dos buenos bofetones o le habría grapado el hocico para que se callara, que es algo más cercano a lo que haría un Joker de verdad.

Personalmente, no tengo nada contra los musicales y desde que vi este me he jincado dos más y tendrán puntuaciones altísimas, con lo que el canto no es mi problema. Mi problema es que el guion es una puta mielda, que la elección de Lady Gaga (o Leidi Guarra, que lo de los filetes de carne no se me olvidará en la vida) fue un error brutal porque ella siempre intenta que todo sea sobre ella y aliena y jode la peli, que el director no tuvo claro lo que quería contar ni como hacerlo y que en todo momento, tienes la sensación que esa escena se podría haber cortado sin que afectara al conjunto, que esto al final es un corto de dos minutos estirado para conseguir ciento treinta y ocho y las leyes de la física no permiten tanto estiramiento de una historia. Brendan Gleeson daba pena, su papel es patético y mira que ese es un actor maravilloso. Los números musicales son aburridísimos y eternos, gran parte de esos 138 minutos se van en mariconadas musicales que sobraban. Incluso volvieron a las icónicas escaleras de la primera película y te juro que si estoy allí empujo a esos dos subnormales y acabo con su estupidez y su sufrimiento. Cuando ya salí del cine, cabreado y cagándome en todas las putas que parieron a esta banda de desalmados que hicieron esta puta mielda del copón, me preguntaba como coño puede continuar la historia de Joker en el universo de Batman si lo matan al final de la película, que se supone que esto es una precuela. Obviamente, hubo muchas mamadas entre el director y los guionistas y entre tanta lefa, se les fue el baifo al cielo.

Esto es una puta mielda del copón que asqueará y cabreará tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta.