Prisoner’s Daughter


Vaya por Dios que se me está revirando el fin de semana en modo carcelero, que con esta ya van dos pelis sobre el tema. Quiero confirmar y confirmo que no lo hago a propósito, yo creo que son los distribuidores de cine que cuando se enteran que se estrena una peli del tema, aprovechan para colar todas las que tienen pendiente, que si no mira que es casualidad que esto suceda en el mismo fin de semana. La de hoy se titula Prisoner’s Daughter y hasta donde yo no quiero de saber, pasó por un par de festivales y el primer país en el que se estrena comercialmente es el mío y quizás sea el último que aquí la han puesto en un puñado muy reducido de salas. De llegar a España, la traducción literal del título es truscoluña no es nación.

A una julay le empetan a su viejo criminal y moribundo y el hijo aprende unos cuantos trucos de delincuente.

Tenemos una pava con un montón de trabajos que malvive con su hijo, que tiene a su padre idolatrado aunque casi nunca lo ve. En la cárcel está su viejo, que al parecer se ha reformado y ahora es una bellísima persona y lo dejan salir e ir a la keli de su hija porque tiene un cáncer terminal y le quedan menos de dos lunas para diñarla, pero al nieto no le dicen que es el abuelo sino un tío pervertido al que no ven hace años o algo así. El viejo reconecta con sus amigos criminales que están afuera, consigue convencer a su hija que es una bellísima persona, le reforma la keli, le consigue trabajo y hasta se gana la confianza del nieto, que termina sabiendo que es su abuelo. Todo eso mientras el chamo avanza hacia su muerte.

Esto es telelefilm total, es que vamos, no me extrañaría nada que pongan películas con el mismo tema cada dos semanas los sábados en Telajinco después del papeo. Incluso la forma en la que se rodó, con muchos primeros planos, recuerda a las pelis de la tele. La historia está bien escrita pero es que todo suena muy conocido, que esto lo hemos visto tropecientas veces y aquí no se aporta absolutamente nada nuevo. El que hace del nieto es un retaco que no veas que como no desarrolle y meta treinta centímetros antes de que le salgan los pelos en los güevos, se va a quedar para chupar pollas o cogerlas pensando que son micrófonos de karaoke. La multitud de traumas de la hija acaban siendo cansinos, que es como si se hubiera metido en un agujero negro de desgracias y todas le caen a ella y después llega el padre criminal y le consigue un trabajo con sueldazo, le pone una casa para alquilar y hace del hijo un macho y todo eso, mientras ella llora y llora por los rincones.

Ya seas un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, la única manera en la que se puede ver esta película es con una digestión masiva de sobremesa para provocar la siesta y poder digerir todo lo que te jincaste.


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